Máximas Letras # 01 - La invocación
- Enrique Herrera
- 6 jul
- 1 Min. de lectura
Al momento de orar, nos persinamos para comenzar. Después de la señal de la cruz que figuramos en nuestros rostros y pechos, pedimos sin titubear y apresurados para pasar a mejores actividades.
Aprovecha la oración. Esta bien, puedes pedir. La oración de petición es importante, especialmente cuando viene del corazón y llena de genuino amor por el bienestar del otro por quien pides.
Aprovecha la oración, te vuelvo a decir. Invoca a La Trinidad después de persinarte. ¡Exacto!, como si la estuvieras llamando por ese celular que no sueltas. ¿No sabes cómo? Para eso la máxima. La puedes usar como esa llamada inicial o la segunda parte a tu persinación; una persinación recargada.
Dila, no temas. Asegúrate la presencia de los tres. Dila en ocasión diferente a la oración. Dila en tu mente o en voz alta, no hay diferencia. Dila cuando sientes soledad, angustia o disgusto. Dila cuando tienes miedo. Dila cuando desbordas agradecimientos y amor. Dila y ya. Solo es eso.
EnriqueH

Comments